El post de hoy va dirigido a los afectados por la estafa filatelia. En concreto vamos a repasar la situación y la forma de actuar en los próximos meses.
En primer lugar, comenzamos haciendo referencia a la situación de Afinsa. En este sentido, conviene mencionar que es posible que los acreedores de esta compañía reciban en breve una carta en la que les propongan recuperar el 50 % de la inversión en acciones de la compañía.
Hay que aconsejar que esta propuesta se deseche, no se puede caer en el error que dicha opción haya sido planteada por la administración concursal de la compañía. Esta vía es tramitada a través de los empleados de la compañía por lo que seguir la misma para recuperar la inversión realizada no es ni mucho menos aconsejable.
De otro lado, el proceso concursal de esta compañía continúa y se espera que en el próximo mes de septiembre se inicie parte de la devolución a los acreedores, una vez que se rechace la propuesta de viabilidad presentada por los antiguos gestores, que como bien es sabido se hayan imputados por la Audiencia Nacional por delitos de estafa, apropiación indebida y delitos contra la Hacienda Pública entre otros.
En este sentido, se puede decir que por la vía de la liquidación los inversores podrían llegar a recuperar hasta un 25%. En el caso de Fórum, la liquidación de la compañía se inició en febrero con un primer pago del 10% de su inversión a los afectados y se calcula que en futuros pagos podría llegar a devolverse hasta el 27% de la inversión.
Sin embargo, la liquidación de las compañías presenta un problema y es que dada la coyuntura actual no parece el momento más idoneo para despredense de los edificios y propiedades de las compañías filatélicas.
De otro lado, parece que la opción más favorable será el proceso penal que se desarrolla en la Audiencia Nacional y en el que se puede determinar la responsabilidad civil subsidiaria del Estado y que se basaría en torno a la falta de legislación y de supervisión de estos productos financieros encubiertos.
El problema principal, de estas inversiones era que los clientes eran personas legas en el mundo financiero, que se fiaban del boca a boca y de la confianza que los unía a los comerciales de estas entidades.
A pesar de todo, no hay que engañar a los afectados y deberían tener en cuenta que la vía de la responsabilidad del Estado es muy complicada, pues las asociaciones de consumidores que defienden a los afectados en el proceso tendrán que enfrentarse contra toda la maquinaría de la Abogacía del Estado. A su favor, se encuentra que al gobierno no le interesa que el problema se enquiste y se convierta en un quebradero de cabeza más.
Desde este blog, queremos mostrar nuestra máxima solidaridad con los afectados y nos comprometemos a seguir el problema de cerca, y aconsejar a los afectados sobre los pasos a seguir.
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