Esta semana la prima de riesgo de la deuda española ha superado los 400 puntos básicos. Dicha circunstancia, ha motivado serias dudas sobre la credibilidad y la solvencia de la Economía Española. Por este motivo, nos ha parecido interesante acercar este concepto a nuestros lectores.
Podemos definir la prima de riesgo como el diferencial entre la rentabilidad del bono alemán y cualquier otro, en este caso el español. Hay que tener en cuenta, que se elige el bono alemán por ser el activo más seguro, y estar menos expuesto a las convulsiones económicas (déficit y volatilidad, entre otras).
De esta manera, cuando hablamos de prima de riesgo nos estamos refiriendo al sobreprecio que tenemos que ofrecer a los inversores, para que estos se olviden de los riesgos que tiene invertir en nuestra deuda.
Una vez definido este concepto, vamos a pasar a comentar los aspectos que influyen en la variación del mismo. En este sentido, hay que decir que en una época de incertidumbre en torno a las deudas soberanas, los inversores van a priorizar factores como la seguridad. Por tanto, va a aumentar la demanda para comprar deuda alemana, que como hemos explicado se convierte en el valor refugio. Al aumentar las peticiones de compra de los bonos alemanes, baja el interés (actualmente en torno al 2,3% en la deuda a 10 años). Quiere decirse, que un inversor que compre 100 euros de deuda alemana, recibirá un interés de 2,3 euros anuales hasta el vencimiento.
Este aspecto, el aumento de la demanda alemana, provoca que al descender sus intereses se incremente la prima de riesgo de otros países. En el caso español ha causado, que sin variar demasiado las tasas de interés, la prima haya fluctuado estos días entre los 370 y 408 puntos. El resultado de estas fluctuaciones es la pérdida de credibilidad en la solvencia española. Todo ello sin motivo aparente puesto que, nuestro país se ha comprometido con la reducción del déficit y nuestra deuda es la menor de la Unión Europea.
Llegados a este punto, es importante realizar una comparación entre los casos español y norteamericano. Esta semana, Estados Unidos ha tenido que llegar a una acuerdo in extremis para evitar una suspensión de pagos que se daba por hecha. Sin embargo, el mercado no ha atacado a su deuda soberana que cotizaba a un 0,4 % de interés. Por su parte, en el caso español hemos llegado a pagar tasas de interés del 6 % cuando nuestra probabilidad de quiebra era muy próxima a cero.
Estas circunstancias demuestran lo paradójico que puede llegar a ser un mercado tan complicado como el de deuda soberana. Además es importante reseñar, que tras la subasta del día de hoy, donde la demanda ha duplicado a la oferta, la prima de riesgo ha comenzado a descender. ¿Casualidad o causalidad? El hecho es que los compradores de deuda española tienen hoy motivos para estar muy contentos, ya que recibirán altos intereses por sus inversiones.