Hace pocos días encontré un gráfico en Internet que me hizo reflexionar acerca de si el grifo del crédito bancario está abierto o no.
El gráfico que exponemos abajo refleja la evolución del crédito concedido por la banca comercial al gobierno de los EEUU. Como el lector podrá observar el crecimiento de los préstamos otorgados al Estado americano es espectacular en lo que llevamos de año 2010.
Esta circunstancia tiene bastante sentido desde el punto de vista de la banca. Me explico, durante los dos últimos años la banca ha tenido problemas y el gobierno americano tuvo que rescatar diversas entidades para que las consecuencias no fueran aún mas graves. Por tanto, llegado este momento donde los gobiernos presentan dificultades en sus balances tiene lógica que la banca acuda en ayuda de los gobiernos, ya que los mismos suelen ser clientes fiables.
Sin embargo, este movimiento que desde la lógica bancaria tiene bastante sentido deja a la luz una hipocresía. Esto es, cuando el Gobierno se indigna porque a pesar del rescate los bancos siguen reduciendo el crédito a hogares y empresas, no nos explican que el principal competidor de hogares y familias que está luchando por hacerse con los créditos de la banca es el mismo Gobierno. Este era el efecto secundario de intentar rescatar la banca o inyectar fondos para intentar no caer en una depresión económica.
Con todo ello, se demuestra que los gobiernos no fueron reflexivos a la hora de tomar sus decisiones para enfrentar la crisis financiera de 2008/2009. Hay que tener en cuenta, que cuando uno adopta una política determinada tiene que sopesar todas las consecuencias, puesto que si no el remedio puede acabar siendo peor que la enfermedad.